Sinopsis
Estamos en el año 2044 y, como el resto de la humanidad, Wade Watts prefiere mil veces el videojuego de OASIS al cada vez más sombrío mundo real. Se asegura que esconde las diabólicas piezas de un rompecabezas cuya resolución conduce a una fortuna incalculable. Las claves del enigma están basadas en la cultura de finales del siglo XX y, durante años, millones de humanos han intentado dar con ellas, sin éxito. De repente, Wade logra resolver el primer rompecabezas del premio, y, a partir de ese momento, debe competir contra miles de jugadores para conseguir el trofeo. La única forma de sobrevivir es ganar; pero para hacerlo tendrá que abandonar su existencia virtual y enfrentarse a la vida y al amor en el mundo real, del que siempre ha intentado escapar.
Opinión personal
En esta historia relata los pasos de Wade Watts, un joven de un futuro próximo donde la crisis energética, económica, ambiental y social ha provocado una aglomeración inusitada a las afueras de grandes ciudades para conseguir conectarse al videojuego llamado Oasis. Casi todo el mundo está allí, viviendo en la red, trabajando, estudiando, jugando en mundos increíbles y de un detallismo que raya en lo real.
El protagonista, desde que tuvo memoria, siempre ha crecido allí y toda su vida se encuentra ligada a este juego donde va al instituto, conoce a sus amigos y su madre trabaja. Pero un día, su mundo da un giro cuando el creador de esta gran plataforma publica su testamento poniendo en marcha una competición donde les espera un premio muy suculento, al que llaman el Huevo. Aquí comienza la Cacería.
Lo que más captó mi atención fue el mundo que recrea el autor dentro de unas cuantas décadas. La crisis que conocemos, ha empeorado debido a la contaminación, la falta de alimentos y superpoblación. En el mundo real, hemos dejado una herencia muy negra y apabullante. No es de extrañar que los habitantes del planeta quieran introducirse en un juego para evadirse de la deprimente realidad. Vi una ligera similitud con el mundo creado de Matrix y Terminator, aunque sin revolución de las máquinas, claro está.
Aparte de esto, el mundo de Oasis es tan ricamente descrito y sus gráficos y sensaciones tan reales que parece que se está allí, desde tocando la corteza de un árbol hasta sentir la velocidad de la luz en una nave espacial, solo teniendo unos simples guantes y gafas que cubren todo nuestro campo visual.
Otro punto que me gustó mucho y fue por el que me lo recomendó una amiga, es que durante toda la competición hay guiños de los años ochenta relacionados con la informática y el mundo de los videojuegos. Desde la Atari que usaba el creador de Oasis, hasta la Xbox de nuestros días, pasando por las máquinas recreativas que aun vemos en algún bar donde jugábamos de pequeños a matar monstruos, romper burbujas o ganar un campeonato de golf. Me recordó la película de Tron (la cual se la menciona también de pasada) cuando el protagonista usaba estos aparatos y se reencarnaba en su avatar para sobrevivir y superar los obstáculos que se le presentaban.
La acción en este aspecto no decae, excepto en uno o dos momentos aislados, ya que muestra cómo la mente de Wade trabaja a tope para resolver los rompecabezas y las peleas no paran de aparecer a cada momento. Aunque aquí no acaba la cosa, sino que además en el mundo real también se suceden acontecimientos que aun molestando al protagonista, son cruciales para su supervivencia.
En cuanto a los personajes, me costó un poco entender a Wade y al resto de personajes: ese afán por jugar o más bien, vivir en la realidad virtual dejando de lado la real. Ese aislamiento voluntario me resultó un tanto chocante porque son millones de personas que hacen lo mismo y solo interactúan frente a una pantalla. ¿Dónde están esas reuniones alrededor de una mesa o las comidas en familia? Pues o se encuentran en Oasis, o a veces ni eso, ya que permite el total anonimato.
Luego conforme me fui acostumbrando a esta nueva forma de vivir, fui descubriendo que llegaba a un punto donde no sabía distinguir la realidad de la ficción, porque debido al avance tecnológico que había en ambos lugares se hacía un poco complicado saber si estaba en el mundo real o en el virtual.
No vi mucha evolución en los personajes hasta que casi acaba la novela, ya que todos son reacios a dejar el anonimato que les brinda la plataforma y además no les resulta necesario para la competición. Hablan a través de chat, salas o videoconferencias con las caras de sus avatares. Y entre ellos, solo tratan el tema de la herencia de Halliday (el creador de Oasis), las pistas que puedan encontrar por el camino y evitar a toda costa a sus enemigos más acérrimos: los Sixers.
Otra cosa que me sorprendió del autor es que introdujera un romance. No lo esperaba, teniendo en cuenta que Wade parece un chico antisocial que rechaza cualquier contacto con la realidad. Y el caso es que no resulta empalagoso ni precipitado debido a la reticente chica de avanzar en su relación por el posible rechazo. Pero como suele pasar en los flechazos no hay barreras ni tecnología que pueda evitar eso.
En resumen, me pareció una historia con bastante acción y un mundo virtual rico en detalles y precisión que a más de uno que haya vivido en los ochenta le gustará recordar a través de los guiños de Oasis y para los que no lo hayan vivido, es un buen libro para conocer los orígenes de sus actuales consolas.
Bajo estas líneas está el tráiler, adaptación hecha por Steven Spielberg y estrenada en 2018.
Datos del libro
Editorial: Ediciones B
ISBN: 9788466649179
Páginas: 464
Puntuación: 5/5.
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